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La agricultora

“Estoy aquí porque me encanta formar parte de algo que está cambiando la isla para mejor”, reconoce nuestra jefa de agricultura, Marina Morán Jou. Tras estudiar ciencias medioambientales en la universidad y especializarse en agricultura ecológica, Marina –que nació en España– desempeñó una serie de funciones importantes en el mundo de la agricultura ecológica antes de incorporarse al proyecto de Terra Masia en el 2016. Gracias a su visión, la finca no solo se ha convertido en una explotación agraria productiva sino también en un símbolo de la pujanza de la agricultura ecológica. Marina lleva lo de trabajar la tierra en la sangre. Proviene de una familia de agricultores y ha seguido la estalla de su padre y de sus abuelos, aunque ha ido creando sus propios métodos por el camino. No le gusta seguir un estilo particular de agricultura, sino que prefiere investigar distintos enfoques y probar diferentes técnicas para ver qué funciona sobre el terreno. “No me gusta etiquetar los métodos que utilizo”, dice.

MARINA LA AGRICULTORA

“TODO MI EMPEÑO Y TODO MI TRABAJO SE BASA EN ESTO Y EN MI AMOR A LA TIERRA”.

“Yo lo que hago es escuchar a la tierra. Mi trabajo consiste en recuperar la fertilidad del suelo.Todo mi empeño y todo mi trabajo se basa en esto y en mi amor a la tierra” Marina dirige la ambición de la finca por convertirse en un punto de referencia emblemático para otras fincas ecológicas y en un ejemplo internacional de la agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente. “Sin duda vamos en la dirección adecuada, pero es imprescindible que eduquemos a todo el mundo sobre lo que comemos y el impacto que esto tiene antes de que sea demasiado tarde”.

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Nuestra historia

El terreno que tan orgullosamente ocupa Terra Masia (‘tierra de cultivo’ en catalán) juega un papel importante en la historia de la agricultura ibicenca desde los años 70, cuando acogía una finca que producía pienso para animales y cultivaba naranjas y limones en sus extensos huertos de cítricos. La finca estuvo abandonada y desatendida muchísimos años hasta que Terra Masia abrió sus puertas a principios del 2018 tras una ardua batalla de dos años para limpiar la tierra, recuperar la salud de los árboles, fertilizar y nutrir el suelo y plantar miles de semillas. Hoy, sus 56 hectáreas de campos de cultivo prosperan bajo la atenta dirección de Marina Morán Jou. Se ha convertido en la finca ecológica más grande de la isla y es un oasis de radiante belleza abierto a todo el que quiera contemplarla.

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